17 de febrero de 2015

Nada te turbe, nada te espante... quien a Dios tiene nada le falta

Recientemente estuve ocupado en algunas tareas del trabajo algo estresantes. La preocupación se incrementaba cada día, por varias semanas, mientras la situación discurría, lentamente -o al menos así me parecía, desde mi impaciencia congénita.

En medio de la ansiedad y preocupación por lo que estaba viviendo, traté varios "remedios" para calmar mi agitamiento. Ninguno funcionó de verdad, cada vez que recordaba los desafíos que tenía que vencer, volvía a sucumbir en mi pozo de incertidumbres.

Una de las pocas cosas que me calmaba un poco era rezar la oración de Santa Teresa que había escuchado tantas veces en mi infancia y juventud. De memoria recordaba los versos, no sé si los recitaba exactamente fieles a la oración original, pero al menos funcionaban: "Nada te turbe. Nada te espante. Todo se pasa. Dios no se muda. La paciencia todo lo alcanza. Quien a Dios tiene nada le falta. Sólo Dios basta".

Mientras trabajaba en la computadora, preparando mis proyectos del trabajo, me dio por buscar a ver si había alguna canción en Youtube relacionada con esa oración. Para mi grata sorpresa encontré una versión bellísima, que combina los versos en un orden distinto, mientras añade una segunda voz con otros versos igualmente hermosos y profundos. Por ejemplo: "En Cristo mi confianza, y de Él solo mi asimiento; en sus cansancios mi aliento, y en su imitación mi holganza... Aquí estriba mi firmeza, aquí mi seguridad, la prueba de mi verdad, la muestra de mi firmeza".

De repente encontré la paz... No había aún resuelto mis problemas... Todavía tenía muchas cosas que arreglar... El camino no se hizo de repente más fácil, ni los obstáculos desaparecieron porque sí... Pero no importó más, porque de repente encontré un asidero, un soporte, una certeza.

La vida nos trae constantemente pruebas, pequeñas (o grandes) cruces, desafíos que pueden asustar, o sobrecoger. Ante esto, qué mejor que repetir con Santa Teresa estas verdades: "Nada te turbe, nada te espante... quien a Dios tiene, nada le falta... Sólo Dios basta".
    
SOLO DIOS BASTA.