5 de enero de 2013

Acerca de la NASA y la Biblia, y otras leyendas infundadas. Primera parte

Comienza el año y todos como que nos llenamos de energía en muchos sentidos. Muchos se proponen cambiar, ya sea físicamente (haciendo más ejercicios), o en cualquier otra esfera de la vida. 

El nuevo año inspira nuevos propósitos -o al menos tratar de retomar planes abandonados... y una de las cosas que aumenta en estos días es el intercambio de correos electrónicos. Para desearnos lo mejor en el nuevo período que tenemos adelante, para enviarnos postales de felicitaciones...

O para compartir tantas presentaciones electrónicas que circulan por el ciberespacio. ¡Muchas son tan bonitas! ¡O llenas de inspiración! Como que nos sentimos obligados a apretar el botón de "Reenviar" a todos nuestros amigos o a toda una lista de correos electrónicos...

A mi nunca me ha gustado esta práctica. Porque me parece impersonal. Permitánme explicarme: Es perfectamente normal que uno reciba o lea un mensaje o presentación que le recuerde a alguien en particular. Lo que no es normal es pegar una longaniza de direcciones electrónicas y "forwardear" el mensaje a todos. 

Sería mucho mejor escribirle a la persona en particular que nos recordó la presentación y decirle: "Fulano, al ver este mensaje me he acordado de ti y quisiera compartirlo...". Pero desgraciadamente muchas nos inundamos unos a otros con las mismas presentaciones. Que frecuentemente nos llegan por varios amigos a la vez. Es como una cadena sin final, que a veces agobia. O al menos toma TIEMPO para poder abrir y leer esos mensajes.

Pero lo peor es cuando empezamos a circular mensajes que no son verdad. Por supuesto, que no lo hacemos intencionalmente, pero igual contribuimos a propagar mentiras. Mentiras que en algunos casos son inocentes, pero en otros hacen daño y afectan a nuestra fe. Tenemos que estar alertas con estas cosas, porque pudiéramos estar contribuyendo, aún sin quererlo, al desconocimiento y engaño de otras personas. El demonio se vale de muchas formas para apartarnos de Dios.

La mejor forma de evitar la propagación de estos mensajes erróneos es tratar de informarse más sobre el asunto en cuestión. Revisar un poco las fuentes originales y tratar de encontrar otras fuentes que confirmen la historia... Claro, a veces estas cosas son difíciles de hacer, especialmente si no se tienen el tiempo o la inclinación para este tipo de "tareas investigativas". 

Nuestra motivación ahora es tratar de proporcionar aquí información complentaria sobre algunos de estos mensajes que circulan por internet y que son simplemente mentiras (o "leyendas urbanas", como se les llama en Inglés).

Por supuesto que hay miles de leyendas urbanas por ahí. Por ejemplo: que Elvis Presley está vivo, o que los extraterrestres controlan el mundo... En este blog no nos interesan ese tipo de historias, sino las que de alguna forma tocan y afectan la fe cristiana. En futuros escritos empezaremos a compartir más información y nuestras ideas sobre estos tópicos.  

Por ejemplo: vamos a comentar acerca de una supuesta corrección que la NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de los Estados Unidos) hizo en sus cálculos espaciales "gracias" a la Biblia. O acerca de la supuesta exhibición de una película ofensiva sobre Jesucristo que vendrá "pronto" a los cines (el mensaje está circulando desde hace cuatro años al menos). También queremos seguir compartiendo nuestras ideas sobre la partícula de Dios, o sobre Darwin y la Teoría de la Evolución, temas que hemos empezado a tratar en otros escritos de este blog (pueden encontrarlos aquíaquí, y aquí).

Por ahora nos detenemos, pero terminamos repitiendo una opinión personal que creemos importante: Para creer en Dios no se necesitan pruebas extraordinarias salidas de un Power Point, ni refutaciones gratuitas del conocimiento científico, ni es necesario convertirse en una persona ilógica. La belleza del Amor de Dios es que nos permite buscarle, encontrarle y seguirle en las cosas cotidianas. Y a través de nuestros sentidos y conocimientos. Ojalá y todos pudiéramos apostar por una fe sólida que no nos tronche o reduzca nuestra capacidad de raciocinio y análisis. Más sobre estos temas pronto.

No hay comentarios.: