22 de diciembre de 2012

Bendigamos al Señor

Aún sin ánimos para escribir después del asesinato de 20 niños inocentes el pasado viernes, acabo de recibir un correo desde Miami. Me lo mandó mi tío Pepe, que generosamente comparte con nosotros un "pdf" con el último libro del Papa sobre la infancia de Jesús. 

Abro el libro y empiezo a leerlo, sin dejar de pensar en los tantos niños que han sido víctimas de la violencia durante la historia de la humanidad. No creo que esta tristeza se me pase muy pronto. Pero inmediatamente la prosa clara y amena de Benedicto me atrae a la lectura. 

Habíamos oído algunas "críticas" del libro que nos parecieron injustas. Claro, básicamente todo lo que escribe el Papa o dice la Iglesia es siempre fuente de críticas o burlas en esta sociedad secular. Pero realmente, lo que hemos podido leer hasta el momento nos ha parecido MUY BUENO y aterrizado para personas "comunes y corrientes" como nosotros. ¡Gracias, tío Pepe, por compartir este regalo!

Invitamos a todo el que pueda, en este tiempo de Navidad, a leer de manera especial este librito sobre la infancia de Jesús. Por hoy compartimos una de sus ideas, y acompañamos la reflexión con una canción que nos gusta mucho.

En el primer capítulo del libro, Benedicto reflexiona sobre el origen de Jesús, como persona y como respuesta a su misión. El Papa recuerda a Poncio Pilato cuando, en la noche de la Pasión le pregunta a Jesús: "¿De dónde eres tú?", para tratar de entender quién es él realmente, y qué es lo que quiere. Obviamente Pilato no llegó a entender plenamente quién era Jesús -al menos no esa noche- pero su pregunta refleja lo que cualquiera de nosotros pudiera haber pensado de estar en su lugar.

Continúa el Papa diciendo que esta pregunta sobre el origen de Jesús aparece en otros momentos decisivos del Evangelio, especialmente en el momento que Jesús anuncia su misión al mundo en la sinagoga de Nazaret (Lucas, 4, 21). Los que allí estaban ese día, como es lógico, se asustaron con este mensaje de proclamación del Reino de Dios. Igual que con Poncio Pilato, es muy fácil juzgar desde la distancia y criticar, pero probablemente cualquiera de nosotros también se hubiera "asustado" o hubiera "desconfiado", al menos inicialmente, con este Jesús de Nazaret que llegaba diciendo que el Espírito de Dios estaba sobre él y que venía a proclamar la Buena Nueva de un Dios Amor... 

Sí, este tipo de buenas noticias se nos antoja muchas veces como imposible, o ingenua, o hasta molesta. Pero la realidad es que el espíritu de las celebraciones en la Navidad se debieran centrar en este Jesús que viene a traernos la alegría de Dios entre nosotros.

Pensemos en este Jesús que viene a proclamar su amor y su salvación. Los dejamos con una hermosísima canción que se centra en ese momento del Evangelio, cuando Jesús se abrió a nosotros y nos dijo a lo que El había venido. Traemos otras dos versiones a compartir, una en un ritmo más rápido, y esta otra versión que además tiene otras canciones al final.   

La tristeza por todas las cosas malas del mundo nos pueden a veces llenar de dolor. Pero que la Navidad sea una oportunidad de sanar y de dejar en manos de Dios lo que no entendemos o nos duele. Y, como dice la canción, "Bendigamos al Señor, Dios de toda la creación, por habernos regalado su Amor".

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